jueves, 22 de marzo de 2012

HAMPI: Un sitio muy pero que muy especial, volvemos de Templos (INDIA VII)

              Quizá haya sido porque nos recordaba a nuestra querida pedriza, a nuestro hogar, a nuestro querido granito con sus formas mágicas y más mágicas aún con templos llenos de energía desde el siglo XIV, quizá por su río con esas aguas tranquilas y esos remansos donde se reflejaba la belleza del entorno, quizá porque no nos lo esperábamos, quizá porque veníamos de la fundación Vicente Ferrer que está ubicada en Anantapur, el sitio más árido y pobre de la India, donde nadie va o quizá porque el sitio lo merezca pero el caso es que nos ha parecido increiblemente bello, especial, muy recomendable y al que nos gustaría volver, algún día. Coherentemente con las impresiones que he plasmado está el hecho de que es el sitio del que más fotos y vídeos tenemos así que... esta vez: QUÉ HABLEN LAS IMÁGENES y... cómo no DAYURIPLANET TI VÍ.

























































 







COCHI: Una de cultura. (INDIA V)


 Danza Katakaly: Entretenida e interesante, diferente.

Pensábamos que iba a ser agobiante, sucia y caótica y llegamos por casualidad ya que nuestra intención era seguir subiendo por la costa hasta Gokarna, una zona de playa antes de llegar a Goa que todo el mundo dice que es un paraíso. Ingenuos de nosotros llegamos a la estación de tren de Kotallan y le dijimos, después de esperar la correspondiente cola delimitada entre dos barras de acero tipo los rediles del ganado, que queríamos ir a Gokarna. Nos miró con cara de incredulidad cuando dijimos que queríamos ir esa misma tarde y noche. Por megafonía anunciaban que el tren del andén número 1 dirección norte estaba a punto de salir y la gente empezó a pedirle el billete por encima de mí a la señorita de la ventanilla y esta se lo daba mientras respondía fastidiada a mis preguntas. Después de 5 minutos eternos de lucha y atención total por mi parte para enterarme, menudo acento el de los Indis, nos vendió el ya habitual billete sin asiento para Ernakulam a 5 kmde Fort Kochi donde, supuestamente, podríamos sacar un billete para seguir subiendo por la costa. La mitad del trayecto, unos 45 min los hicimos en vagón de aire acondicionado y cortinitas en Segunda A/C pero cuando pasó el revisor nos pedía una pasta para compensar el cambio y ni recibo ni na así que nos fuimos para el gallinero a mendigar un sitio en el que nos asamos como los pollos, menos mal que la gente es amable y nos dejan sentarnos.
                En Ernakulam nos explicaron que tren con sitio para dormir no había hasta 5 días después así que decidimos irnos a Fort Kochi, eran ya las 15h y allí ver distintas opciones en internet o alguna agencia. Se nos hizo de noche y tuvimos que ponernos a buscar habitación ya que la única opción alternativa eran 12h de autobús nocturno hasta medio camino.
                Fort Kochi nos ha sorprendido, es una zona bastante tranquila y como tiene tontódromo en la parte central puedes encontrar de todo, hasta nuestro querido aceitito de oliva Español, sevillano para ser exactos, ¡QUÉ GUSTAZO! Y pudimos disfrutar de un par de actuaciones muy pero que muy interesantes, una fue una danza llamada Katakaly, típica de Kerala que introduce un lenguaje de signos que creo, por lo que vi en la Fundación Vicente Ferrer con los niños sordos, que tiene mucho parecido con el lenguaje de signos de los sordos combinado con una expresión de ojos y cara extraordinarios y con un atuendo muy pero que muy auténtico, es una danza antiquísima. El otro fue un concierto de música clásica del sur de India que también nos dejó con muy buen sabor de boca.
      También nos regaló, como vino siendo habitual en toda la costa suroeste, unos buenos atardeceres que Dani inmortalizó y de los que, como siempre, se guarda las mejores instantáneas, le he tomado prestada una de las normales para que no se enfade y podáis haceros una idea, yo me relajo con la cámara de fotos teniéndole a él y no tengo ninguna.

LOS BACKWATERS DE KERALA: Guapu guapu (INDIA IV)

KOLLÁN: Dani no la quiere ni recordar.
 Ciudad pueblo fea y llena de suciedad y ruidos cuyo único atractivo es que allí puedes coger un barco-ferry para ir hasta Allepey por los famosos backwaters de Kerala, canales de agua dulce por donde circulan barquitos de pesca y sobre todo de turistas. Fue, en realidad, lo que más nos gustó tanto de la ciudad de salida como de la de llegada, el ferry (barco de playmovil como dice Dani) tarda 8 horas pero nosotros lo hicimos en 2 partes ya que paramos una tarde , noche y mañana en el Ama Asram, una comunidad de la India con una líder (gurú) cuyo principal característica es que da abrazos llenos de energía y luz, allí paramos para ver de qué se trataba.

AMA ASRAM: Un alto en el camino, hay de todo en este mundo y… ¿por qué no verlo si se puede?


ALLELPEY-KOTAYAN: Barquito, un poco de sobredosis ya.

Nos hemos levantado a las 6:00 am para coger un barco por tercer día consecutivo a través de los canales de Kerala “backwaters”. El barco salía a las 7:30, hemos llegado a las 7:20, hemos preguntado a unos niños (mal hecho, siempre es mejor preguntar a adultos) y nos han dicho: sí, sí, aquí mismo. Cuando nos hemos dado cuenta estaba partiendo un barco unos metros más allá, el nuestro, y el siguiente sale a las 9:30; 2h después, no cada hora como nos dijo ayer el amabilísimo acomodador del barco que nos trajo hasta aquí, sería como la guesthouse que nos llevó a ver su colega, toda una invención de su imaginación. Así pues, aquí estamos, 2 horas después esperando delante de un canal de agua de unos 15 metros de ancho, lleno de porquería y contaminación con una carretera en cada una de sus orillas que contribuye a la contaminación acústica y de humos que provocan los barcos de pasajeros públicos, pocos, los más de giris para dar paseos y los barcos casa en los que puedes dormir y todo. Hay un trasiego de gente de aquí para allá, es lo que me gusta de estos sitios y los aeropuertos, mientras esperas es entretenido observar el crisol de diferente gente que pulula por ellos, la mayoría de las mujeres con su shari de colores y las jóvenes con una camisola hasta debajo de las rodillas, un pantalón, todo bastante amplio y por si se insinuara algo la forma del pecho un pañuelo con ambos extremos hacia atrás y arrugado delante a modo de babero. Acaban de llegar un montón de niños con sus uniformes todos formalitos, sus zapatos y calcetines blancos y su peto, unas de falda, otros de pantalón azul oscuro y la camisa también blanca, lo que resalta sus caritas negritas de grandes ojos. Escribiendo veo pasar muchos pies, la mayoría en austeras chanclas de goma o piel, otros descalzos y los menos con zapatos cerrados pero todos con la piel cuarteada por estar siempre al aire y la planta llena de callos que les hacen de suela o plantilla, como dice Dani, parecen hobbits.
                Hemos montado en el barco, bueno he montado porque cuando ha ido a entrar Dani les ha parado y ha dicho que esperaran que íbamos a dar la vuelta y entonces podrían entrar, ahora empieza el estruendo de las sillas del segundo piso del barquito para un lado y para otro, Dani está colocando el mochilón.
                Por fin somos nosotros los que nos vamos de esta contaminada estación de barco. Nos acaban de cobrar 10 Rp cada uno, unos 16 céntimos de Euro por 2 horas y media de barco atravesando un lago y que según la guía ofrece mejores paisajes que los paseos en barquitos para turis. A ver qué tal, de momento el asiento es tremendamente incómodo pero corre una brisita y está nublado con lo que si quitamos el estruendo del motor que dejaremos de oir en cuanto nos acostumbremos puede ir equilibrándose la cosa. Acabamos de salir al lago de Allepey rodeado de vegetación y muchas palmeras, ha sonado la campanita y vamos a parar, en uno de los lados hay aparcados cientos de barcos vivienda esperando a ser alquilados, como dice Dani demasiados no, lo siguiente.


           Vamos saliendo del lago hacia un canal estrecho, un señor camina por la orilla descalzo, con su minifalda blanca y su machete, supongo que en breve estará encaramado en una enorme palmera cogiendo cocos, suben sin cuerda ni nada, una locura pero parecen muy seguros, todo es relativo y el riesgo más.                Nos vamos cruzando con barcos vivienda y en contra de lo que pensábamos en la mayoría van Indis, ricos suponemos porque es carísimo.
                Salimos al canal principal por el que llegamos ayer y la campanita indica que se apea gente, rápidamente nos volvemos a poner en marcha dirección norte, paralelos al mar pero navegando por agua dulce.            
                La verdad es que los barcos vivienda tienen un aspecto muy chulo todo de paja por fuera. Uf menos mal, se apean las dos mujeres que teníamos detrás hablando sin parar y a gritos, ahora mucho mejor.
                Hay uno hablando por el móvil y me resulta curioso que muchos son última generación, incluso blackberrys y que cuando hablan se lo ponen en la boca y cuando escuchan en la oreja, tipo walkytalky. Una señora lava ropa en la orilla con esa forma peculiar que tienen de hacerlo, cogiendo la prenda de un extremo y dándole golpes contra una piedra tipo látigo, así me dejaron mi camiseta térmica en Varanasi, una de las mangas me llegaba hasta el tobillo casi. Otras tienen que fregar los cacharros y un señor se baña sumergido hasta el cuello y su cabeza parece una planta más entre las numerosas flotando. La campana suena muy a menudo pero apenas se aproxima el barco a la orilla y sin parar del todo suben o bajan en marcha. Nos cruzamos con pescadores remando en sus barquitas de plátanos, unos con turbante y otros con una especie de paraguas sujetado en la cabeza, como las limpiadoras en la estación de barcos.
                No hay tantos pájaros como ayer por la tarde que parecía que estábamos viendo el canal animal. Los águilas pescando, los cormoranes secando sus alas al sol, los martín pescador luciendo sus trajes de colores y hasta una culebra de agua, también vimos algo que nos resultó muy curioso, los nenúfares antes de que les llegara la ola del barco se metían para abajo, salían primero como diciendo: ¿a ver? Y luego para adentro hundiendo incluso las hojas, parecían movimientos más de animales, bastante rápidos, sería al notar la vibración… muy curioso.
                Acabamos de llegar al lago Vembanad, es inmenso, vamos saliendo por otro estrecho canal rodeado como todos de frondosa y verde vegetación dominada por cocoteros.
                Acabo de ver unas muletas moradas y Dani dice que son de un giri, cómo admiro a la gente que no se deja amedrentar por problemas físicos o por una enfermedad y siguen con su vida, echándole ganas de vivir. En Sri Lanka conocimos a un Italiano tetrapléjico con movilidad mínima en las muñecas que viajaba solo, primero por Sri Lanka y luego iba a India donde pasaba temporadas en una comunidad, supongo tipo asrham. Era muy risueño y te contagiaba su entusiasmo por la vida hablando de sus viajes, había estado en Nepal e hizo una ruta de montaña en mula, con amigos pero… INCREÍBLE IGUALMENTE, con 35 años y espero que mucha vida por delante, TODO UN EJEMPLO.

Y ahora por... Daniel Álvarez para DAYURIPLANET TI VI:




               

POR FIN PLAYITA: Adiós a los templos, de momento. (INDIA III)

KOVALÁN: Por fin playita


 



          Estábamos repuestos un poco por haber dormido un par de noches en un buen y limpio colchón y habernos duchado con agua caliente por primera vez desde que entramos en  India pero lo que mejor nos vino para recuperar el ánimo fue llegar a la playita, aunque muy pero que muy turística, con su paseo, sus restaurantes en primera línea y sus tiendas pero con un agua cristalina y calentísima. Después de buscar un rato con un horrible calor, conseguimos una habitación enorme con agua caliente y con el wi-fi del restaurante de al lado, un japonés, así que… TRIUNFAMOS.








                Nos hemos quedado 7 días, siempre había excusa para estar un día más y el único día que hemos salido de la burbuja ha sido para ir a un santuario de vida salvaje NeyyarDamSancturary donde más nos prestó ver la vida de la gente del lugar que la de los pobres animales "salvajes" que daban bastante penilla, como dice Dani: "pa eso te vas a Cabárceno que además sabes que están bien cuidaos" entre todo lo que observamos con curiosidad l, lo que más nos prestó fuer ver bailar a una niñina el el río mientras su mamá se bañaba, fue muy especial, podéis ver el final:




VARKALA: Dulce acantilado, seguimos de playita pero… mejorando oiga.

                Várkala junto con Hampi después han sido las 2 burbujitas más encantadoras que nos hemos encontrado desde Nepal, Várkala tiene una playita tranquila con rollito un poco hippie pero que como está ahí abajo, en el fondo del acantilado, parece bastante virgen y está suficientemente libre de anonadados indis como para que te sientas cómoda en vikini, además el agua es cristalina y apacible por las mañanas y con buenas olas para hacer bodysurf por las tardes, para rematar parecía que estábamos viendo el canal animal (teníamos tele en la habita y Dani estaba enganchado) porque estaba lleno de águilas pescando y podías verlos en más que primera fila. Otro encanto que nos cautivó del sitio fueron los atardeceres, buenos, buenísimos y sublimes, ESTAMOS LLENANDO NUESTRA MALETITA DE VUELTA DE UNA CANTIDAD DE INCREÍBLEMENTE BELLOS ATARDECERES QUE MENOS MAL QUE ESTÁ DANI PARA INMORTALIZARLOS COMO SE MERECEN PORQUE SINO TENDRÍA MIEDO DE PERDER ALGUNO POR EL CAMINO. Uno de los maravillosos suvenir que nos llevamos de vuelta, seguro. Ahora ya para terminar de engrandecer las cualidades de la burbujita, como dice Dani, hablemos de comida: un pescado fresco y barato, comida de todo tipo, italiana incluída y lo mejor, frutita y yogurt muy pero que muy baratito, nos hemos resarcido de los últimos 15 días pero bien, entre todo esto y que el hotel donde estábamos tenía cocinita abajo y porche (ya lo veréis en el vídeo de la moto), que estaba a 2 minutos de la playita andando, que tenía internet y que conocimos a un magísimo y especial palentino (casi paisanín de Dani) pues estuvimos allí otros 8 diitas, tan agustito vamos, cada día igual que en Kovalán, poníamos un día más, venga hoy el penúltimo, hubo unos cuantos penúltimos, os podéis imaginar, jajajjja. Uno de ellos fue mi cumple, relajado, disfrutón y muy muy prestoso, otro suvenir que me llevo puesto ;-)
            


 Día de moto en Várkala: Calor, calor y calor pero no estuvo mal.