KOLLÁN: Dani no la quiere ni recordar.
Ciudad pueblo fea y llena de suciedad y ruidos cuyo único atractivo es que allí puedes coger un barco-ferry para ir hasta Allepey por los famosos backwaters de Kerala, canales de agua dulce por donde circulan barquitos de pesca y sobre todo de turistas. Fue, en realidad, lo que más nos gustó tanto de la ciudad de salida como de la de llegada, el ferry (barco de playmovil como dice Dani) tarda 8 horas pero nosotros lo hicimos en 2 partes ya que paramos una tarde , noche y mañana en el Ama Asram, una comunidad de la India con una líder (gurú) cuyo principal característica es que da abrazos llenos de energía y luz, allí paramos para ver de qué se trataba.
AMA ASRAM: Un alto en el camino, hay de todo en este mundo y… ¿por qué no verlo si se puede?
ALLELPEY-KOTAYAN: Barquito, un poco de sobredosis ya.
Nos hemos levantado a las 6:00 am para coger un barco por tercer día consecutivo a través de los canales de Kerala “backwaters”. El barco salía a las 7:30, hemos llegado a las 7:20, hemos preguntado a unos niños (mal hecho, siempre es mejor preguntar a adultos) y nos han dicho: sí, sí, aquí mismo. Cuando nos hemos dado cuenta estaba partiendo un barco unos metros más allá, el nuestro, y el siguiente sale a las 9:30; 2h después, no cada hora como nos dijo ayer el amabilísimo acomodador del barco que nos trajo hasta aquí, sería como la guesthouse que nos llevó a ver su colega, toda una invención de su imaginación. Así pues, aquí estamos, 2 horas después esperando delante de un canal de agua de unos 15 metros de ancho, lleno de porquería y contaminación con una carretera en cada una de sus orillas que contribuye a la contaminación acústica y de humos que provocan los barcos de pasajeros públicos, pocos, los más de giris para dar paseos y los barcos casa en los que puedes dormir y todo. Hay un trasiego de gente de aquí para allá, es lo que me gusta de estos sitios y los aeropuertos, mientras esperas es entretenido observar el crisol de diferente gente que pulula por ellos, la mayoría de las mujeres con su shari de colores y las jóvenes con una camisola hasta debajo de las rodillas, un pantalón, todo bastante amplio y por si se insinuara algo la forma del pecho un pañuelo con ambos extremos hacia atrás y arrugado delante a modo de babero. Acaban de llegar un montón de niños con sus uniformes todos formalitos, sus zapatos y calcetines blancos y su peto, unas de falda, otros de pantalón azul oscuro y la camisa también blanca, lo que resalta sus caritas negritas de grandes ojos. Escribiendo veo pasar muchos pies, la mayoría en austeras chanclas de goma o piel, otros descalzos y los menos con zapatos cerrados pero todos con la piel cuarteada por estar siempre al aire y la planta llena de callos que les hacen de suela o plantilla, como dice Dani, parecen hobbits.
Hemos montado en el barco, bueno he montado porque cuando ha ido a entrar Dani les ha parado y ha dicho que esperaran que íbamos a dar la vuelta y entonces podrían entrar, ahora empieza el estruendo de las sillas del segundo piso del barquito para un lado y para otro, Dani está colocando el mochilón.
Por fin somos nosotros los que nos vamos de esta contaminada estación de barco. Nos acaban de cobrar 10 Rp cada uno, unos 16 céntimos de Euro por 2 horas y media de barco atravesando un lago y que según la guía ofrece mejores paisajes que los paseos en barquitos para turis. A ver qué tal, de momento el asiento es tremendamente incómodo pero corre una brisita y está nublado con lo que si quitamos el estruendo del motor que dejaremos de oir en cuanto nos acostumbremos puede ir equilibrándose la cosa. Acabamos de salir al lago de Allepey rodeado de vegetación y muchas palmeras, ha sonado la campanita y vamos a parar, en uno de los lados hay aparcados cientos de barcos vivienda esperando a ser alquilados, como dice Dani demasiados no, lo siguiente.
Vamos saliendo del lago hacia un canal estrecho, un señor camina por la orilla descalzo, con su minifalda blanca y su machete, supongo que en breve estará encaramado en una enorme palmera cogiendo cocos, suben sin cuerda ni nada, una locura pero parecen muy seguros, todo es relativo y el riesgo más. Nos vamos cruzando con barcos vivienda y en contra de lo que pensábamos en la mayoría van Indis, ricos suponemos porque es carísimo.
Salimos al canal principal por el que llegamos ayer y la campanita indica que se apea gente, rápidamente nos volvemos a poner en marcha dirección norte, paralelos al mar pero navegando por agua dulce.
La verdad es que los barcos vivienda tienen un aspecto muy chulo todo de paja por fuera. Uf menos mal, se apean las dos mujeres que teníamos detrás hablando sin parar y a gritos, ahora mucho mejor.
Hay uno hablando por el móvil y me resulta curioso que muchos son última generación, incluso blackberrys y que cuando hablan se lo ponen en la boca y cuando escuchan en la oreja, tipo walkytalky. Una señora lava ropa en la orilla con esa forma peculiar que tienen de hacerlo, cogiendo la prenda de un extremo y dándole golpes contra una piedra tipo látigo, así me dejaron mi camiseta térmica en Varanasi, una de las mangas me llegaba hasta el tobillo casi. Otras tienen que fregar los cacharros y un señor se baña sumergido hasta el cuello y su cabeza parece una planta más entre las numerosas flotando. La campana suena muy a menudo pero apenas se aproxima el barco a la orilla y sin parar del todo suben o bajan en marcha. Nos cruzamos con pescadores remando en sus barquitas de plátanos, unos con turbante y otros con una especie de paraguas sujetado en la cabeza, como las limpiadoras en la estación de barcos.
No hay tantos pájaros como ayer por la tarde que parecía que estábamos viendo el canal animal. Los águilas pescando, los cormoranes secando sus alas al sol, los martín pescador luciendo sus trajes de colores y hasta una culebra de agua, también vimos algo que nos resultó muy curioso, los nenúfares antes de que les llegara la ola del barco se metían para abajo, salían primero como diciendo: ¿a ver? Y luego para adentro hundiendo incluso las hojas, parecían movimientos más de animales, bastante rápidos, sería al notar la vibración… muy curioso.
Acabo de ver unas muletas moradas y Dani dice que son de un giri, cómo admiro a la gente que no se deja amedrentar por problemas físicos o por una enfermedad y siguen con su vida, echándole ganas de vivir. En Sri Lanka conocimos a un Italiano tetrapléjico con movilidad mínima en las muñecas que viajaba solo, primero por Sri Lanka y luego iba a India donde pasaba temporadas en una comunidad, supongo tipo asrham. Era muy risueño y te contagiaba su entusiasmo por la vida hablando de sus viajes, había estado en Nepal e hizo una ruta de montaña en mula, con amigos pero… INCREÍBLE IGUALMENTE, con 35 años y espero que mucha vida por delante, TODO UN EJEMPLO.
Y ahora por... Daniel Álvarez para DAYURIPLANET TI VI:
Os recuerdo a todos que www.dayuriplanet.com ya está disponible!!
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