Si estábamos estupefactos en Malasia después de 5 meses por Nepal, India y Sri Lanka, cuando llegamos a Singapur ya si que sí éramos Paco y Paca Martínez Soria llegando del pueblo a la capital, no terminábamos de cerrar la boca. Nos impresionaron sus edificios, sus calles, su disposición y sobre todo la sensación de nuevo, TODO NUEVO, IMPOLUTO.
En el metro todos iban en silencio con sus maquinitas reflejándoles luz en el rostro y las pupilas contraídas y moviéndose rápidamente de un lado a otro de la pantallita. La ropa, como la cuidad-país-isla… impoluta y nueva o… lavada con perlán porque los más pordioseros éramos nosotros y yo, la verdad, me veía bien antes de llegar allí.
Fueron solo 2 días, intensos y cansados pero que no nos arrepentimos de haber pasado en LA CIUDAD DEL FUTURO, más posiblemente no, como dice mi madre: “lo poco gusta y lo mucho cansa” así que para ir, ver, flipar y volar baratísimo a Indonesia… RECOMENDADÍSIMO.
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